En el trabajo personal, parte del viaje que reflejan desde las religiones, las corrientes holísticas, esotéricas, hasta la psicología clásica; es hacia nosotros mismos.
Es como el fin último de nuestra experiencia humana: individuarnos mientras coexistimos en un sistema que necesita de todo lo que hay para seguir evolucionando.
Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, y si le sumamos que todo lo que aprendemos desde que nacemos es a través de las interacciones externas (los 5 sentidos), es muy fácil para nosotros medir lo que somos a través del entorno en el que interactuamos.
Y aunque este ha sido el viaje que nos han mostrado los humanos de todas las épocas que registran un poco de su filosofía o espiritualidad y la comparten, siento que este es uno de los grandes dilemas que conseguimos hoy en la actualidad. Las interferencias que nos dificultan el escuchar nuestra propia voz están a cada notificación que activa nuestro teléfono.
Esta semana una amiga me compartía que le costaba sentir gratitud con lo que tiene cuando ve que los demás tienen lo que ella más anhela, y mientras me lo decía yo pensaba que ella tiene en su vida lo que a muchas personas les gustaría tener. Sin darnos cuenta medimos nuestra realidad a través de la realidad que interpreto del otro, y en vez de ver lo que me falta en el otro como una inspiración de que eso que anhelo puede hacerse realidad, caigo en este juego donde hasta me puedo sentir la menos favorita de la vida.
Y no sé si te ha pasado que amaneces con ganas de pasar un día tranquilo y tomártelo suave, pero al abrir el teléfono las primeras historias de Instagram son de personas que compartieron una lista de todo lo que han hecho en el día, y sin darte cuenta te obligas a cierta exigencia que no va en sintonía con lo que te pedía tu naturaleza hoy.
Y no lo quiero resaltar en plan crítica o juicio, porque siento, que como filtramos información del afuera, podemos conseguir de ello lo que nos estimula, motiva y las referencias que necesitamos para confirmar cosas de nosotros y crecer. Pero también, como esta experiencia es dual, lo que nos aleja. Y quiero hablarte de esta, porque siento que es clave en esta temporada Géminis.
Y últimamente me consigo en consulta y espacios, la inquietud de lo difícil que es confiar en nuestro propio camino. Como que sentimos que nos estamos quedando atrás, y que siempre se puede hacer más, pero un más que no termina de estar en calma con lo que existe hoy.
Géminis es el signo de las opciones, de la variedad y de las múltiples ideas. Es una energía que nos invita a ver todas las posibilidades que existen y pueden existir, y que es una energía mega necesaria, sobre todo en los momentos de estancamiento y falta de propósito, porque nos lleva a probar distintas posibilidades y ahí, tal vez hacer click con algo nuevo que nos enciende.
Pero al ser un signo mental, lucha un poco con el tiempo de los procesos y la parte más “aburrida” que lleva el trabajo de hacer esas ideas realidad. Entonces no hay tiempo que perder, alguna idea me tiene que mostrar donde es que puedo avanzar. Pero dejando cada idea a medias, vivimos caminos a medias que nos llevan a ningún lugar.
Y yo siento que los caminos a medias surgen, cuando en vez de enfocarme en todas las opciones que me muestra lo que me estimula hoy para nutrirlo, empiezo a compararme y medirme con la información que registro del afuera, sin darme cuenta pierdo la sensación de propósito y me enfoco en un resultado, sin alma, porque ya no me inspira la idea, sino lo que puede obtener de esa idea, porque tal vez, ¿no me puedo quedar atrás? (o cualquier creencias que nos haga desmerecer nuestras ideas).
¿Cómo concentrarse en algo específico en un mundo que me muestra tantas opciones?, ¿cuál será la más asertiva para mi propósito?, ¿cuál tendrá mejores resultados?… si cambiamos esta narrativa y la llevamos a: ¿cuál de todas las opciones estimula mi alma y me encantaría experimentarla toda mi vida?
Esa que mueve la curiosidad, domina la atención, y enciende algo dentro de nosotros. Esa que agiliza la mente, y que empieza a encender la vena del propósito. Géminis, en el Tarot rige el Arcano VI (los amantes o los enamorados), es una carta que refleja una boda, donde dos opuestos (femenino y masculino), se unen en matrimonio (integración de la dualidad), y esa unión solo se puede dar desde el amor, en esencia, géminis necesita las opciones, pero la elección tiene que venir del corazón.
No es casualidad que antes de la temporada Géminis tengamos la Temporada Tauro, porque en ella nos muestra que es aquello que da placer a nuestra existencia, para que, reconociendo la sensación, en la temporada Géminis experimentar las opciones y elegir aquella que estimula el alma.
Quise traer esta reflexión porque por un lado, es inevitable no hablarte desde lo que he venido sintiendo, y personalmente siento que somos espejos, en consulta esta semana se presentó este dilema similar, la chica me expresó: “siento que estoy en muchas cosas, pero ninguna me motiva, pero necesito encontrar algo”, es como la inercia de sentir que si estamos enfocándonos en cualquier cosa llegaremos a algún lugar, cuando a veces, lo que necesitamos es parar, observar las opciones que tenemos hoy y ver cuál de esas le habla al corazón. Un andar sin intención, es un andar en círculos que no termina de avanzar.
Ya Géminis nos muestra que las opciones siempre existen, y son múltiples los canales, por lo que siempre habrá espacio para el nuestro, solo hay que redireccionar ese andar hacia nuestro centro y llevar la atención al corazón. Más caminos liderados por el corazón, nos acercarán más experiencias desde el amor.
Te dejo este texto que llegó a mi hace algún tiempo y ha sido una de esas luces cuando desaparece esa sensación de propósito:
“En el centro de la esta ciudad de Graham hay un pequeño santuario en forma de flor de loto, en su interior hay un espacio diminuto. Hay que buscar, hay que desear conocer a quien lo habita. El espacio en el interior del corazón es tan vasto como el del universo, en su interior caben el cielo y la tierra, el fuego y el viento, el sol y la luna, el relámpago y las estrellas. Todo está contenido en su interior lo que pertenece a uno en este mundo y también lo que no le pertenece.”
Gracias por llegar hasta acá, gracias por leerme y gracias por poner tu corazón e iluminar más esta vida. Con amor, desde mi Luna, Pao!
Casualmente hoy hablábamos con una amiga sobre el exceso de información y estimulación que estábamos teniendo estos días con la temporada Géminis. Y que muchas veces terminábamos en IG sin desearlo. Nos preguntábamos qué ejercicios hacer durante el día para parar la mente y estar más presentes con nosotras mismas. Está difícil controlar la situación con tantas opciones. Meditar 1 vez al día me sirvió para frenar Géminis ♊️ asc Tauro ♉️. Gracias por tu texto me gusto mucho 🙏🏽❤️🩹