Días de Venus
Y sentirse lo suficientemente valiosos para brindarnos placer en las cosas más normales de nuestro día a día.
Este año me llegó un insight a través de un libro (El viaje del Aire) que me dio una cachetada en la cara de una percepción que colectivamente hemos comprado, pero que no va en sintonía con nuestra naturaleza.
Este insight iba así: por qué normalizar los estados de estrés, de estar hipe-ocupados en una actitud Fight or Fly, donde estamos constantemente cansados con la sensación de que el tiempo no alcanza, cuando el cuerpo humano está creado para que todo fluya en armonía, teniendo los mecanismos para regular cada parte de nuestro ser.
En el libro explicaban como nuestro cuerpo siempre está buscando compensar lo que falta porque su naturaleza es que estemos en equilibrio.
Para mí esto fue demasiado poderoso, porque le dio respuesta a la sensación de frustración que suelo sentir cada vez que me siento culpable porque no fui lo suficientemente productiva, porque no me ocupe más o tenía que montarme en esta ola de si estoy más cansada y trabajo hasta tarde “lo estoy haciendo bien”.
Lo heavy del asunto es que los pensamientos también son energía y esa sensación de culpa triplicaba el cansancio, haciendo que la desmotivación surgiera y la procrastinación tomara lugar. Es hasta un círculo vicioso donde sin querer, perdemos perspectiva en darle valor a lo que nos hace bien y hasta podemos llegar e tener esa sensación de “no sé cuál es mi propósito, no sé qué me motiva”.
En ese internalizar ese insight, empezó a surgir en mí nuevas imágenes que tienen que ver con Venus, y una nueva perspectiva de vivirme en la vida.
Este año, en Revolución Solar soy Ascendente Tauro (igual que mi Ascendente natal), para que tengan una idea por si sienten que le estoy hablando chino, el Ascendente en Revolución marca los temas del año y la energía con la que nos está pidiendo conectar este año.
Por lo que el feeling de este año para mí es completamente taurino: la presencia, mis recursos, a lo que le doy valor, y sobre todo recuperar la sensación de placer en cada estar.
Así que no es casualidad que esta información me esté llegando de esta forma, y a la vez, se las quiero compartir porque esa es la culminación de trabajo energético con los nodos lunares en Tauro-Escorpio: ya el autosacrificio personal y colocar toda nuestra energía el algo externo no es viable, si no recobramos el poder en lo que nos hace bien.
En la misma onda de los libros, estoy leyendo Los Planetas Interiores de Liz Greene y Howard Sasportas, que nos habla de Mercurio, Venus y Marte. Maravilloso si quieres tener una comprensión más profunda y psicológica de estás energías en ti. Y gente, el capítulo de Venus ha sido las respuestas/motivaciones que necesitaba de todo esto que les estoy contando.
En este libro plantean que nuestro Signo (el Sol) es lo que nos da sentido y significado en la vida, pero ese sentido pierde fuerza si no sabemos ni le damos valor a lo que nos hace felices (Venus).
Venus representa nuestra escala de valores, que va más allá de lo colectivo, es completamente personal, porque así como su imagen mitológica lo muestra ella le era fiel a sí misma, y sus vínculos se volvían una proyección de lo que ella necesitaba para ella misma.
Si no nos valoramos, nadie nos podrá valorar; y sobre todo si no sabemos a qué le damos valor mucho menos vamos a saber decidir con certeza lo que queremos en la vida o si tenemos el poder y la confianza en nuestras elecciones.
Venus está en el placer de vivir. Y así como toda la imaginaría colectiva ha rechazado a esta diosa porque sin querer hemos asociado el placer con egoísmo, como les dije anteriormente… sin placer, no hay sentido.
Y el placer no es solo sexual, que sí, es una excelente forma de experimentarlo. El placer se encuentra en la presencia, porque solo al estar presente podemos conectar de verdad y permitirnos percibir lo que nos hace bien y no en la vida.
Desde que nos tomamos el té o café en la mañana, sentir como ese calor baja por nuestro cuerpo y activa nuestros órganos mostrándonos que el día ha comenzado.
La ducha que nos damos y sentir como el agua roza cada parte de nuestro cuerpo, y nos masajeamos la cabeza con el champú, casi como una ritual donde también limpiamos nuestros pensamientos.
Donde saboreamos cada alimento, sentimos como nuestras papilas reaccionan y si el sabor nos encanta se puede vivir hasta una sensación casi orgásmica.
El Sol al caminar por la calle, el viento que pega en nuestro rostros, el tacto con el otro saludándonos o el tiempo que se desdibuja en una buena conversación.
Todo eso, nos conecta con Venus. Y sin querer, a esos espacios básicos, los hemos dados por sentado por pensar que no son prioridad, porque no sacamos algo productivo de ellos, dejándolos en el automático porque “lo más importante” es quedarnos atrapados en lo que tenemos que cumplir, en el tiempo que “está volando”, o en lo que hemos comprado de lo que se espera de nosotros.
Estamos en la temporada Tauro, con Mercurio Retro y en plena temporada de Eclipses, mucho moviéndose energéticamente en el cielo que es un reflejo de todo lo que se está moviendo en nuestro propio Universo, la clave de esto es hacia donde nos está guiando el Sol, la energía Taurina que es regida por Venus y nos invita a conectar con algo tan simple como la presencia y encontrar placer en cada estar.
Sentir que valemos en cada espacio, que nos permitimos sentir en cada estar, disfrutarnos en lo sutil y también celebrarnos en lo que surge. Estar presentes en la propia incomodidad para reconocer lo que no nos hace bien porque en efecto, ahí no es.
La indecisión viene de una desconexión de lo que valoramos, y de no confiar en lo que surge desde adentro en nosotros. Venus nos devuelve a nuestro cuerpo, y es desde allí donde ella se expresa porque es en él, donde la vida se hace realidad.
Acá te dejó algunas preguntas que te puedes hacer para conectar y atraer la energía de Venus a tu vida:
¿Qué te hace bien?
¿Cómo puedes incorporar esto que te hace bien a tu día a día?
Para responder estas preguntas crea un espacio venusino: prende una vela, haz unas respiraciones antes de comenzar, pon de fondo una música suave que te inspire y cierra los ojos, siente estas preguntas, no las respondas por responder, imagínate en ellas, para que en esa presencia descubras toda esas ganas que vienen de ti.
Por acá te dejo un episodio de mi Podcast el Universo en ti, donde hablé on Dafne Schilling, mi mentora del cuerpo, la mujer que me ha enseñado toda la conexión y poder que existe en él y como me ha permitido soltar lo que me priva de dejar a mi cuerpo ser. En este episodio hablamos sobre el cuerpo y la danza que nos lleva hacia el alma (también lo tienen disponible en formato video en mi canal de Youtube)
Esta semana no pude tener mi cita con mi artista el miércoles, por eso no les llegó fielmente las letras, pero decidí hoy regalarme esta cita, en la piscina de mi edificio, escribiéndoles esto mientras tomo Sol y disfruto de la energía de Venus mientras les regalo estas letras.
Les prometo, que cada proceso difícil de nuestra vida se soluciona con la presencia, con el permitirnos estar en cada momento, porque nos lleva a nosotros, nos lleva a atendernos y a abrazar cada aspecto que la vida nos regala y nos muestra para experimentarnos con todo.
Espero puedan disfrutar este fin de semana y regalarse instantes de placer, aprovechando que estamos con esta energía Taurina que se vive desde la sensualidad porque se disfruta en sus sensaciones
Besosssss, Pao.