Plutón se despide de Capricornio, y quiero que conecten con lo importante de esto porque lleva transformando su energía desde el 2009, dando pie al renacer de una nueva era capricorniana.
Plutón comanda los procesos de transformación, que son tan profundos como la duración de su tránsito. Capricornio se destila en la estructura social y profesional, y crea metas a largo plazo.
Es un tránsito que invitó a un proceso de renuncia y entrega hacia las profundidades de esa energía para encontrar la gema escondida.
Es como si en un punto, todo aquello que teníamos planificado a futuro, perdió su sentido, desmoronando la línea recta, para tomar curvas que invitan a otras formas.
Chocando con creencias aprendidas, traspasando las barreras de las expectativas y enfrentando el miedo que impulsa la valentía.
Ya el piso que me sostenía se debilitó, y se transformó en una montaña que invita a subirla sin vislumbrar la cima. La mirada no le quedó de otra que enfocarse en los pasos y ellos revelaron un ritmo auténtico, dejando atrás las máscaras de la pretensión y encarnando el rostro de la propia esencia.
Ya no se siente correcto caminar en montañas ajenas: de lo que se espera de mí, o lo que yo entendí de aquello que se espera de mí.
El destruye para aportar fertilidad. Es el vacío que contiene las potencialidades. Y es el momento que te recuerda: los pisos son más sostenibles cuando los nutrientes los aporta el alma.
La Luna está haciendo hoy su último contacto con Plutón hasta los próximos 200 años (un tránsito irrepetible para los que estamos hoy aquí con vida, ya vez por qué comanda procesos que tienen que ver con la evolución de la vida).
Y nos regala, a través de la necesidad que surge, las emociones o sensaciones, últimos destellos de su sabiduría.
Pero el regalo solo es revelado, cuando estamos dispuestos a entregarnos a su escucha. Piensa en tu montaña de hoy y pregúntale:
¿Qué necesito para sentir seguridad en el camino que estoy transitando?
Plutón, a su manera, te mostrará las respuestas 🦋
Besoss, Pao! 🌙✨