Estamos atravesando un momento de transformación… pero, pareciera que siempre estamos atravesando uno, ¿no?
Que si los Eclipses, las retrogradaciones, la temporada Escorpio, el aspecto de Urano, el de Plutón, que Neptuno se volvió loco y que la Luna Llena más grande del año, ¿cuándo hay un respiro?
Cómo si todo el tiempo estuviésemos montado en la ola de la transformación, pero si siempre estamos en esa ola, ¿cuándo sentiremos la tierra?
Y la respuesta que te puedo dar es que sí, siempre estamos en esa ola, así como siempre estamos pisando tierra. Dentro de nosotros convive esa dualidad. La dualidad de crecer, mientras seguimos siendo los mismos. Por supuesto, los ojos a mis 18 años no son los mismos de ahorita a mis 30, pero a la vez las dos conviven dentro de mí.
¿Y qué sucede con los tránsitos que hablan de este proceso?, son momentos energéticos que nos invitan a darnos cuenta del viaje de transformación en el que estamos. Es una toma de consciencia de que hay pieles que estamos mudando, para apoyarnos en esa mudanza.
La Astrología es una aliada para no perdernos en ese inframundo, y así con el faro de la consciencia iluminar esos espacios para confiar en el camino que transitamos, porque solo se necesita confianza en el proceso.
Por eso, cuando se activan estos tránsitos, no quiere decir que tu vida va a cambiar radicalmente, simplemente vas a darte cuenta como tu vida va necesitando que sepas que necesitas otra mirada. Para alivianar la presión del Ego, y podamos seguir expandiendo nuestra esencia.
y así abrazarla con la sabiduría de saber, que aunque todo cambie, lo seguro es que siempre te vas a tener. Y cuando eres consciente de ti, conectas con la certeza de que no tienes que saber hacia donde ir, solo necesitas caminar sintiendo tu propia piel.
La temporada Escorpio es un tónico para esto, se siente mucha incomodidad e intensidad, se revelan temas que parecían ocultos, las emociones empiezan a tener más ruido, y la sombra toma fuerza. Es el momento donde nuestra energía viaja al inframundo para iluminar en ese espacio oscuro, los rincones más puros del alma.
Y para ello, nos invita a tratar lo que la envenena, aunque surja una sensación de melancolía por la pérdida, recuerda que estás abriendo el espacio para que lo que te expande te encuentre.
¿Vas sintiendo como vas cambiando de piel?
Con cariño, desde mi Luna, Pao!
Uff....totalmente, en mi último escrito menciono justo eso, que siento una parte de mí muriendo y otra renaciendo....intenso y duro, pero sanador.