Te prometo que lo que eres y sientes es un regalo. No dejes que nada te haga sentir lo contrario.
Los días donde Escorpio se hace notar, nos toca entrar en contacto con nuestra potencia interna, aquella, que tal vez en puntos claves de nuestra vida no fue bien recibida y decidimos esconder en nuestro rincón secreto. Pero que contiene tanto poder, que nos engañamos, haciéndonos creer que no está bien.
Un gran conflicto que plantean las Lunas Llenas es esa contradicción de tener un impulso y un sentir muy claro, pero buscamos apagarlo en el sentido y la objetividad aprendida. El contenernos por miedo al rechazo, o por pensar que si mostramos lo que llevamos dentro, alejaría a todos de nosotros.
¿En qué momentos creímos que esa parte tan genuina, tan pura, y tan única, debía ser rechazada?, ¿y si justo de eso se tratara la vida, de emprender el viaje de regreso hacia esa parte tan viva y tan nuestra?
Hablaba con una amiga, porque estoy pasando por una situación que tiene revolucionada todo mi ser, una situación que pareciera tener más fuerza que yo, al punto que me veo por debajo de esa situación. Ella me expresa algo que nunca lo había visto así: Amiga, ¿Cómo no ves que esa situación no quiere cambiarte, sino que necesita exactamente lo que tú eres? Siempre he pensado que una situación externa necesita aceptarme y busco moldear lo que soy en lo que creo que es bien recibido.
Un ejemplo tonto es con mi cuenta de Instagram, que limito mucho lo que quiero expresar porque no quiero ser percibida tan intensa o incomodar con mis publicaciones, cuando literal, es una plataforma, que está disponible para que yo muestre cualquier cosa que yo permita. De igual forma, aplica para cualquier cosa de la vida.
Naciste porque tu energía es necesaria para este mundo. En este plano loco que todavía no sabemos muy bien de que va, sabemos que todo lo que existe y es, es porque tiene que ser así. Y si decidimos transitar esta consciencia, es porque nuestra energía tiene algo que ofrecer, que nutrir, que transformar.
Escorpio nos invita a transitar la incomodidad, esas partes que hemos rechazado de nosotros mismos, pero para darnos cuenta, que el velo de la percepción es lo que la ha ensuciado, porque eso contiene los nutrientes de todo aquello que estamos necesitando que florezca.
De aquí que una de sus imágenes sea de muerte y renacer. Lo aprendido tiene que morir, para que la esencia ilumine las nuevas formas que alimentan la magia de esta experiencia que llamamos vida.
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Justo me escribía una de mis alumnas que lleva unos meses haciendo el diario lunar, y se da cuenta que siempre que la Luna transita por escorpio, la pasa muy mal, muchos pensamientos afligidos y sensaciones incómodas. No es casual, la Luna activa su casa 8 y toca su Plutón, es decir, la casa que nos invita a reconocer lo que hemos rechazado y en un punto se ha convertido en trauma. Pero ese hacerlo consciente con el Dario lunar, le está mostrando algo que antes ella no notaba, y en ese movimiento, es que lo que no tiene forma, pero pesa, eventualmente va haciéndose más ligero.
Ella me preguntaba que como la aconsejaba transitar esa energía. Yo le digo que recuerde lo que vimos en clases, Escorpio es un Signo de agua, un elemento que se asocia al mundo emocional, no busca sentido, formas u objetividad, de hecho, la emoción es energía en movimiento, y lo que busca, es un espacio donde pueda dejar fluir toda esa agua. El arte, la creatividad, la espiritualidad… una actividad que le de vida ese movimiento interno y lo lleve a fluir.
Para mí, la pintura cumple esta función, en este proceso que vengo atravesando, decidí darle salida con la pintura, y se movió en 3 etapas.
La pintura para mi ha sido la mayor expresión de que nada de lo que sucede es estático o tiene una forma específica. Que la misma intensidad puede conllevar el mismo grado de calma.
Que el motor de pintar esa sensación que tiene revuelto mi corazón, comienza con una imagen que quiere ser exteriorizada y luego esa imagen me lleva a otros lugares que desconocía.
Pinto sin tener la visión de un resultado. Dejo que lo de adentro hable, desde el impulso de la mano, en la fluidez; hasta molestarme con lo de adentro, por enfrentarme al rechazo de elegir un color que en ese momento me incomoda, pero esa misma incomodidad me lleva a otros lugares, nuevos y fluidos.
Que los errores, el exceso de pintura, la línea que se fue de largo, o la impaciencia por no dejar que la pintura se seque, me obliga a darme cuenta que los caminos imprevistos, también suman al proceso, y como un chispazo accidental de mi inconsciente me revela que ese “error” es parte fundamental del camino.
Que no siempre puedo transitar lo que vivo, porque mi afán de respuestas o de querer solucionar me embriaga, pero el arte me da el bálsamo que calma la ansiedad de un presente revolucionado.
Tu tendrás tu forma que te haga transitar todo esto, y si no, te invito a que explores. Te prometo que ese miedo, esa ansiedad, esa emoción que no tiene forma, esa adrenalina, o ese no se qué que te tiene inquieta, no quiere ahorita una respuesta, por algo no se tiene, quiere que la conozcas… porque el conocimiento es el primer paso para la transformación, sanación y liberación.
Hay infinita riqueza en lo interno, y esta Luna Llena en Escorpio nos invita a reconocerlo.
Con cariño, desde mi Luna, Pao.