Y cuando la vida da el “jamaqueo” no queda de otra que abrir los ojos.
La energía de este primer trimestre del año es de darnos cuenta aquello que necesita sí o sí un cambio, nos revela las consecuencias de querer seguir corriendo la arruga, por privarnos de honrar aquello que el alma pide experimentar.
Y es que el Sol, que representa la consciencia, ilumina el proceso de la energía en la que transita: cuando estuvo en Acuario, se unió al proceso de Plutón; en Piscis se está uniendo al proceso de los Eclipses, los nodos, Saturno y Neptuno; y en aries se unirá al proceso de Quirón y Eclipses.
Todos estos personajes que nombré mueven puntos de dolor, porque son esas energías que nos invitan al trabajo de romper las barreras que hemos creado a través de creencias o identificaciones que nos dan un falso sentido de seguridad.
Sí, se que esto que te comento suena denso, pero la oportunidad del sol es iluminar, al mostrarnos aquello que nos aqueja, es la toma de consciencia que abre el portal para movernos por aquello que nos va a llevar a un mejor lugar.
Sé que el feeling es pesado, muchas cosas pasando al mismo tiempo que no da chance de pensar, una contradicción entre querer llorar, reír, molestarse y no saber muy bien a donde ir. Recién entramos en la temporada Piscis, y con tantos planetas en su energía sube la sensibilidad y la emocionalidad, es una temporada maravillosa para darnos el permiso de sentir, de fluir con esa emoción, tenemos la oportunidad de mover aquello que no quiere seguir estancado en el cuerpo.
Mi mantra está siendo: una lloradita y a seguir.
De verdad que desde que el Sol entró en Piscis he estado llorando hasta con videos de animales, solo porque son demasiado tiernos, pero a la vez permito que ahí salga todo ese movimiento que ha venido revolucionando mi cuerpo desde que comenzó el año. Siempre digo, las lágrimas son el mecanismo que tiene el cuerpo de liberar tensión, son sanadoras y purificadoras, ¿te imaginas que toda esa agua se quedara en tu cuerpo por privártelo, a dónde crees que iría?
Un alma que siente es un alma que busca la vida, y esta nota es para recordarte que dejes de luchar con todo eso que se te presenta hoy, porque tienes la oportunidad de escucharlo y honrar las necesidades de tu ser, ahí es cuando todo hace click, y encontramos nuestro flujo en la corriente de la existencia.
Pero, ¿cómo podemos escuchar un alma cuando hay un Ego que se defiende?
Te tengo una noticia, no podemos apagar al ego, no al menos conscientemente, solo ocurre cuando nos dormimos, entramos en un estado de meditación profunda o nos fundimos en el inconsciente (psicosis). Y sé que nos han vendido esa idea de apagar el Ego como la solución de nuestros problemas, porque nos han hecho creer que es el enemigo.
Pero te digo un secreto: tu ego es quien te da tu sentido de identidad, te da la consciencia de ser alguien como individuo, es decir, es tu aliado. Sin él, no seríamos funcionales. Pero como aliado hay que saber entrenarlo y mostrarle que no es el único, porque sí, tiene esta tendencia caprichosa de creerse el centro de todo.
Pero cuando se cree el centro, tenemos lo que se conoce como un Ego débil. Un Ego que se ha identificado con sus heridas y se ha aferrado a ellas, defiende lo que conoce como una madre que defiende a sus hijos.
Por eso la clave está en trabajar en construir un Ego sano, y ahí empieza el viaje personal. Una de las formas es a través del autoconocimiento, porque nos lleva fortalecer la relación con él y llegar al punto de poder transitar cada experiencia de expansión de consciencia, es decir, cambios y transformaciones, sin la sensación de sufrimiento por la defensa de nuestro Ego. Sino desde la curiosidad de saber que siempre podemos ser más de lo que creemos que somos.
Nuestro Ego necesita información para fluir con esa expansión. Por eso las herramientas de autoconocimiento son aliadas, para salir de esa percepción de caja que nos hace creer que solo podemos ser lo que nos tocó, y nos abren la perspectiva a un sin fin de potencialidades.
Mi favorita, como saben, es la Astrología, ella es ese mapa que muestra la radiografía de nuestro inconsciente. A través de sus símbolos se proyectan todas las potencialidades que existen para nosotros. Regalándonos una linterna para abrirnos a esa expansión.
Cuando nutrimos nuestro Ego con la información que necesitamos para expandirnos, comienza el viaje de vuelta a casa, de crear esa conexión Ego-Alma: uno nos lleva a reconocernos y el otro a sentirnos como parte de un todo más profundo.
En mi formación de 6 meses de astrología nos dedicamos a explorar nuestro Inconsciente a través del sistema astrológico y nuestra Carta Natal que es la radiografía de nuestro ser. Una formación para principiantes y también para quienes desean ir más allá de la teoría para vivir la Astrología desde una perspectiva más profunda.
Además comenzamos la tercera edición con la temporada Piscis (el 8 de marzo), una energía que fluye armoniosamente con las herramientas esotéricas y espirituales, alineándonos para descubrir todas las potencialidades de nuestro universo interior.
Acá te dejo el link con toda la información para la inscripción: https://www.paointhemoon.com/escuelaenlaluna
Como siempre, gracias por llegar hasta acá, te abrazo de alma, que con la temporada Piscis necesitamos mucho amor, comprensión y ternura.
Con cariño, desde mi Luna, Pao!
Hermosa, abrazo fuerte y apretado p'al alma☀️☀️☀️🫂💖💖💖
Muchas gracias por compartir esta reflexión <3. Era justo lo que necesitaba leer después de una semana muy intensa de revelaciones, lloraditas y sincronías sobre un tema que necesito soltar para mi evolución. Me encanta el mantra y me siento 100% identificada, un abrazo!