No escapar de lo que es, el presente, con su realidad y complejidades, regala lo más valioso: la vida está sucediendo.
Es la clase de yoga al despertar y en ese conectar con el cuerpo, las posturas duelen y empieza la pelea interna de si seguir o parar, y en ese seguir, mis brazos muestran la fuerza por la constancia, el cuerpo logra negociar con la mente y al terminar, la satisfacción del savasana ¡lo logré!, apareciendo el estado de relajación más pleno y profundo.
Es el taladro que me acompaño en tres momentos del día en espacios distintos sacándome del automático y llevándome a mis sensaciones.
Es el día que había planeado para ir al mar antes que llegue el frío, pero las nubes ocultan al sol y me cambia los planes por otro mejor, me llega el mensaje de una amiga de la vida que está de visita en Miami para almorzar juntas (no nos veíamos desde hace 8 años), y en su presencia, me doy cuenta que esos 8 años se disuelven porque el presente le pertenece la sensación “como si no hubiese pasado el tiempo”.
Es la canción que empieza a sonar y conozco, distrayéndome un ratico de estas letras para llevarme a los recuerdos de esa canción. Y así, regalarme el insight para yo escribirles esta reflexión.
¿Pero no sienten que muchas veces es difícil sostener el presente?, a veces aterra la sensación de realidad que nos muestra, porque es lo que es, ni más ni menos. Y buscamos taparlo con expectativas del futuro, y queremos en el futuro decorarlo con la melancolía del pasado.
Decía Proust algo así, “todo pasado es paraíso pues ha sido perdido”. Como si el presente es mejor cuando se recuerda que cuando se vive. Cuando lo recuerdo puedo adecuarlo a mi manera, pero el presente, se manda solo y a la vez me refleja lo que soy.
Porque son los frutos que vemos de lo que gestamos en lo oculto. De todas sensaciones internas, de todas las ideas, de todos los impulsos, y de todo aquello que nos lleva a materializar lo etéreo.
La vida crece, cuando caminamos en el presente. Y con la Luna Llena en Tauro vemos los resultados de aquello que hemos cosechado en cada paso. Son días de ver los frutos, de darnos cuenta que la realidad me está reflejando todo aquello por lo que he trabajado, todo aquello a lo que he decidido darle atención, todo aquello que he nutrido desde el interior.
Urano, se une a esta Luna, reflejando un gran plot twist: la única forma de vivir el presente que deseas, es dándote cuenta que tu eres siempre quien decide como vivirlo, es el aha moment que nos dice: si no te gusta lo que ves, cambia el lente. Porque el presente es la vida, pero nosotros somos los ojos que filtran esa vida.
Es una Luna Llena de sorpresas y de frutos inesperados, pero ahí es donde se refleja la abundancia que está disponible para ti en este instante, cuando decides soltar la presión de las expectativas y volteas la mirada para encontrar todo aquello que contiene los nutrientes para alimentar lo que siempre has soñado.
—Y aquí, te quiero regalar unas preguntas para que te permitas registrar tu presente en esta Luna Llena en Tauro:
¿Qué tienes hoy que soñaste en algún presente del pasado?
¿Qué de tu hoy te sonríe de vuelta?
¿De qué te sientes abundante?
Registrar al menos 5 cosas que tienes hoy y te hacen sentir agradecida con tu vida.
Las Lunas Llenas son etapas de gratitud, es la energía de ver la realidad de aquello que hemos manifestado. No es el momento de “pedir”, sino de registrar toda la abundancia que hoy esta disponible para ti.
Con cariño, desde mi Luna, Pao!