“No sé quién soy”, con esa frase me levanté un día sintiendo que todo lo que estaba haciendo había perdido significado. Me sentí disuelta en el automático y la sensación me llevó a dudar de todo lo que yo era.
Lo que estaba publicando en redes, sentía que estaba intentado seguir lo que todo el mundo hacía pensando que la forma de los demás traía mejores resultados, comparándome mucho. El rumbo que llevaba mi cabeza era comandado por la mentalidad de obligarme a ser “productiva”, los “debo”, “tengo”, que les comenté en letras anteriores seguían demasiado presentes, haciendo que finalmente me terminara de frustrar.
Un día la queja se apoderó de mí, estuve de muy mal humor, comentándole a Luis lo molesta que me sentía con todo, sentía que he invertido tanto tiempo en lo que amo y no entendía como llegué a este punto. Él, desde su sabiduría masculina me dijo “¿por qué no te tomas un descanso?”. Esa frase quedó rodando por mi cabeza, “un descanso”, desde que creé PAOENLALUNA, no había tenido ningún día de descanso, porque este proyecto me llena tanto que por mucho tiempo ha sido un medio de expresión, un espacio hasta terapéutico, y ahí entendí, no me siento así con el proyecto, sino con las expectativas de lo que en teoría debía cumplir en el día a día. PAOENALUNA es un espacio sagrado para mí, y lo sagrado no me debería hacer sentir así.
Un día lo acepté, “voy a descansar”, por una semana no voy a pensar en PAOENALALUNA y me voy a enfocar en mi día a día y las otras semanas me sentaré a aterrizar lo que quiero hacer con este proyecto.
Cuando me desperté con ese no saber quien soy, coincidió con mi retorno exacto de Saturno. Días antes tuvimos el Tribu EN LA LUNA Experience, Avril, nos guío con una meditación de breathwork detox que fue super transformadora y sanadora, y no exagero. Ese día planté la intención de trabajar en aquello que hacía que no terminara de conectar con las personas, con mi proyecto, con mi vida en general, y vi justo la imagen de una experiencia en el colegio donde fui excluida del grupo de mis amigas, y ahí se plantó esa sensación de desmerecimiento y muchas otras más.
Todo esto pasó en un kiosco que montaban en los sábados familiares del colegio, el día del mi retorno exacto de Saturno decidí dibujar ese kiosco con flores, por acá les comparto la ilustración, también empecé a leer Siddhartha, un libro que me regalaron, muchos me habían dicho que lo iba a amar (amo como la gente de uno lo conoce a uno muy bien), y caí en cuenta que todo el viaje del libro es muy retorno de Saturno.
Ese libro me mostró el valor de meditar y escuchar, meditar como un espacio de estar en el presente, de ver lo sagrado en cada estar, el valor de un árbol, del piso en el camino, el té que me tomo, o la ducha que me doy.
De como todo el mundo puede ver lo valioso de ti, pero si tu no lo sientes dentro de ti, no te vas a sentir completo, así los demás lo vean, el cambio empieza cuando vamos a la búsqueda de permitirnos vernos de esa forma, y es a través de un viaje, de ver más allá de lo que somos, de explorar lo distinto, de relacionarnos con aquello que desconocemos para poder integrar ese código en nosotros.
Entendí que la compasión es la clave para una relación sana con nosotros, de entender que no tenemos por qué saber actuar de ciertas formas, o saber de temas, o hacer las cosas de determinada manera, si nunca tuvimos una referencia. La compasión que nos lleva al estado de aprendiz, donde nos permitimos descubrirnos en nueva información como los ojos de un niño que está explorando el mundo.
Pedir ayuda no va de sentirnos débiles, pedir ayuda es abrirnos a buscar un mentor que nos guíe en aquello que queremos empezar a explorar en la vida y en nosotros mismos.
PAOENLALUNA nació en un momento donde estaba en un lugar donde no había mucho espacio para mí, y yo necesitaba una vía para expresar todo lo que era, todo lo que aprendía, todo lo que amaba. Cuando finalmente tengo todo el espacio para mí me perdí, porque ya no estaba el gatillo que me hacía adentrarme en esta Luna que había creado, porque ahora se había convertido en mi elección.
Y ahí, fue cuando pude darme cuenta que PAOENLALUNA estaba exigiendo ser una empresa, un ente separado a mí, no podíamos seguir en la dinámica de si yo me sentía mal ella también se sentía, y si a ella no le iba bien, me hacía sentir que yo tampoco estaba bien.
Entendí que ahora yo tenía la oportunidad de ser en otros espacios de mi vida, de ver el valor en cada cosa, de darme el permiso de meditar, de sacar finalmente el tiempo para hacer ejercicio, de disfrutar cocinarme y comer, de ver una serie, de leer un libro, de dibujar, de compartir con mi pareja y mi gato, de ver a mis amigos, de quedarme un rato largo viendo el atardecer tomándole fotos, de ubicarme en esta vida, de darme cuenta donde estaba yo, donde brincaba mi corazón.
Me senté a ver a PAOENALALUNA, y finalmente sentí de nuevo su esencia, la razón por la que nació y su misión en esta vida. Descubrí que trabajo mucho más enfocada cuando abro espacio para nutrir los otros aspectos de mi vida, que en solo 2 horas de trabajo adelanto mucho y termino lo que tengo que terminar, en comparación a sumarme muchas horas de trabajo donde el 70% del tiempo terminaba procrastinando porque había desatendido otros espacios importantes para mí. No puedo ser Yo en plenitud si me abandono en otros aspectos de mi vida.
Finalmente no me han visitado en mi mente los “debo”, “tengo”, porque elijo vivir mi vida con la creencia de que tengo el poder de sentirme como me quiero sentir en cada cosa que hago, porque es esa conexión conmigo lo que me llena de asertividad, de confiar más en mi misma y hasta ser mucho más productiva, porque es una productividad que se siente natural en mí.
Una flecha antes de avanzar necesita retroceder, lo que te quiero transmitir con mi experiencia y con este newsletter, es que antes de querer forzarte a avanzar, tener resultados y depender de lo externo para darle valor a lo que haces, pienses en las flechas, piensa retroceder, pausar, volver a lo esencial para así apuntar con mayor certeza hacia donde quieres avanzar.
Aléjate una semana de eso que constantemente está preocupando tu mente, no pienses en ello, ponlo a un lado, y permítete estar presente en los otros aspectos de la vida, hasta en las duchas, el tráfico, o el compartir con algún familiar. Permítete estar en tu cotidianidad, en abrir el espacio que te va a llenar de conexión, que te va a llevar a ti, para que veas como, al volver al tema de preocupación vas a tener una mayor perspectiva de cómo abordarlo.
Y sí, al principio no es fácil tomarse ese descanso, porque esa preocupación está sostenida por creencias que nos hacen pensar que si eso no viviremos, al principio es incómodo, pero confía que días después, llega la suavidad, la regla es que te permitas en ese descanso darte el permiso de hacer lo que quieras hacer.
A veces no es lo que hacemos, sino la forma o intención con la que lo estamos haciendo, y para cambiarlo, necesitamos retroceder a nosotros y conseguir lo esencial, como lo decía el Principio: lo esencial es invisible ante nuestros ojos.
“Who recognizes her body as a portal
Through which life makes birth.”
Esa frase de un poema apareció durante la pausa, y resume muy bien hacia donde quiero llegar, entender que la vida está en nosotros, y la vida se crea en nosotros, con cada decisión, con cada cosa que hacemos, tocamos, sentimos, exploramos. Ver lo sagrado en uno mismo, para sentir la vida como un lugar sagrado.
Si quieres explorar junto a la Astrología herramientas para conectar contigo, te invito al próximo TRIBU EN LA LUNA, un evento online, que esta vez coincidirá con el solsticio de Verano, y en donde exploraremos las 4 fases de la Luna, para conectar con nuestros ciclos, para tener una mayor perspectiva de la importancia de pausar, de avanzar, de dejar ir, de integrar. Un evento mágico de 2 horas, que tendremos el 21 de junio a las 6:00pm (hora Miami) -quedará grabado-, el día del Solsticio y que tendrá un costo único de $33 (USD), si quieres ser parte, escríbeme aquí.
Hoy me vine a Macondo, un café colombiano por Coral Gables, super acogedor, y donde la música esta exquisita, rocksito viejo del bueno, mi favorito. Uno de los estares favoritos donde más amo encontrarme, es en la música, ¿cuál es el tuyo?
Agradecida por que llegaras hasta acá y leerme, besossss, Pao!