Qué delicia volver a estas letras, sentí que estás últimas semanas fue como entrar al ojo de un huracán y aquí sigo buscando donde caí parada.
Quería escribirles mucho, sobre todo cuando la situación en Venezuela estaba al rojo vivo (que sigue estando), pero no me atrevía a sentarme a estás letras, porque este espacio, más allá de transmitirles la energía a través de mis experiencias, se ha convertido en uno catártico para mí. Siempre que les comparto algo se libera o se asienta. Y durante ese momento no lograba procesar.
Y así me he sentido estas semanas “me quiero sentar a escribir”, pero el día se llenaba de muchas cosas, imprevistos, nuevos planes, cosas que resolver y la cabeza en 80 lugares, y así pasaron tres semanas. Hasta que este fin, me agarró un virus, extraño, porque no era de fiebre sino de dolor corporal, y ese fue mi termómetro de saber que caí presa del automático.
El abandonar lo que me hace bien, me trae un costo psíquico muy fuerte. Es como todo aquel deber para conmigo termina pesando mucho más cuando antepongo deberes externos. Se elevan los pensamientos intrusivos, el verdugo interno empieza a comandar, el cansancio, la dispersión y el agotamiento psíquico me agobian, hasta que mi cuerpo colapsa. Y por eso, siento el gran suiche energético cuando logro sacar espacio para mí, es como que mi mente se aligera y mi cerebro empieza a traerme pensamientos compasivos y ligeros, porque recuerda que todas esas prácticas que he creado me hacen bien.
Agosto viene acompañado de cuadraturas mutables, en español: aspectos tensos entre Planetas que se encuentras en Signos mutables (Géminis, Virgo, Piscis y Sagitario), la mutabilidad es una modalidad en la expresión del Signo, es una energía que busca adaptarse a través del movimiento, haciendo que todo sea más caótico para generar nuevas conexiones o flexibilizarnos en ciertas dinámicas en las que solemos ser más tensos o cuadrados.
Es ese caos que su movimiento termina llevándonos a un nuevo orden, necesario, pero que en la transición, se nos va el foco. Entonces en los días nos acompañan demasiadas cosas pasando al mismo tiempo, con distintos tintes emocionales, unas más profundas, intensas y de conflictos; otras más ligeras, de apertura y diversión. Como que en este momento todo puede convivir.
La clave para fluir con esto nos la regala nuestro querido Mercurio retrogradando, que refuerza la falta de claridad y la dificultad de poner orden a dinámicas externas; pero es una maravilla para organizar las internas. Para crear espacios de escucha, de analizar, de revisar y ver como todo eso que acontece se refleja en nosotros.
¿Pero como escucharse cuando hay demasiado ruido?, algo que he aprendido, es que precisamente uno puede trabajar mejor y hasta sanar un aspecto cuando el elemento que lo desencadena está presente. Es ese saber reconocer nuestra voz dentro de tantas voces, nuestra esencia dentro de tantas con múltiples colores, es no esconderte a pesar de que el día puje por arrinconarte.
Permite tu práctica, tu hábito, tu momento con tu taza de té, o tus letras en la mañana. Permite detenerte 1 minuto y respirar conscientemente. Permite garabatear mientras estás en una sala de espera, o cantar a todo pulmón en el carro mientras estás en el tráfico. La clave es encontrarse en los espacios que nos regalan los días, los momentos de respiros para limpiar nuestros pulmones y no llenarlos con el humo de los pendientes futuros.
Es saber que a pesar de que todo pareciera estar interfiriendo en tu día, tú siempre tienes la capacidad de elegir: como reaccionar, actuar, y la forma como te decides tratar. Si bien la rutina parece estar revuelta, no necesitas la misma hora de siempre para regalarte tu espacio, la mutabilidad te pide que te adaptes y busques un nuevo ángulo, que al final siempre regalan nuevas posibilidades.
Por ejemplo, estuve sin escribir porque lo hacía los lunes, y mis últimos lunes habían estado súper caóticos, y mi excusa era que no tenía el tiempo, pero cuando mi cuerpo me avisó que ya no era sostenible dejar lo que me llena para después, le hice caso. Hoy estoy en casa de una amiga cuidándole a su gato porque esta de viaje, y decidí que este era el espacio del día perfecto para sentarme a escribirte. Y mira como lo que pudo ser “una excusa”, me dio el ejemplo perfecto para explicarte esta energía. Y mientras te escribo siento hormigas en mi cerebro de ligereza porque hacer esto me relaja y centra.
Estamos en época de cambios, pero los cambios no ocurren de un día para otro, siempre que pasamos de una vieja energía a una nueva está la etapa de transición y adaptabilidad, y eso es lo que nos regala la mutabilidad.
No luches contra el caos de los días, permítete registrar tu ola y desde ese lugar adaptar lo que necesitas a estas nuevas formas. Si te quedas en la queja, excusa o el pero, la sensación de la falta de libre albedrío te puede inundar; pero si te permites buscar tu tabla, tu propio piso, podrás surfearla con mayor probabilidades de llegar parada a la orilla.
Mira que dentro de ti, a pesar del caos, siempre hay una voz que te está susurrando lo que necesitas y hacia donde ir. Estos son momentos de confiar, de saltos de fe, y de permitir transitar la cueva oscura porque eventualmente encontrarás el punto de luz.
Si quieres ejercicios para aterrizar, sabes que el registro lunar es mi favorito porque nos ayuda a conocernos a través de nuestras emociones. Y en mi perfil de Instagram te dejé el de esta semana, con Journal prompts para integrar su energía, te lo comparto por acá:
Abrazo grande comunidad amada. Saben que amo leerlas, si se animan a comentarme como han sentido Agosto hasta ahora amaría. Besossss.
Agosto de altibajos, de sentirse bien y luego bajar, incertidumbre, perplejidad ante situaciones que sorprenden y a la vez ni entendemos...pero intentando encontrar la serenidad, la paz y la calma...sin poner expectativas en nada y sobretodo esforzándome en soltar el control y escucharme mucho...A veces nos cuesta aceptar las situaciones que atravesamos, pero cuando comprendemos que detrás de nuestros miedos e incomodidad se haya el cambio, el crecimiento y la abundancia...parece que todo cobra sentido...Un abrazo enorme Pao...amo tu blog!!!
Que identificado me sentí con lo de Venezuela, fue como esa parte que nunca pude expresar. Te envío un fuerte abrazo. Gracias por compartir. 🫶🏻